Por Héctor José Corredor Cuervo
Bella
comarca radiante de aureolas
de
libertad sublime y gran ilusión,
donde
se sienten corretear a solas
los
centauros indomables de la unión.
Bajo
cielo azul con nube escarmenada
están
desnudos los bravos de Rondón,
mirando
hacia la cima de la ensenada
donde
altivo flota el glorioso pendón.
En las
colinas de múltiples colores
lucen
las flores en primavera eterna,
las que
sirven para adornar los valores
de un
gran pueblo victorioso y sin cadena.
De sus
entrañas se vuelan las palomas
que van
al infinito a buscar la paz,
llevando
en picos los mas puros aromas
de
frutas maduras de olivo y agraz.
¡Oh!
Valle de los Lanceros de mi tierra,
de gran
belleza y verdor incomparables,
yo quisiera
que en el Cerro de la Guerra
sólo
creciera el sosiego en los trigales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario