Por Héctor José Corredor Cuervo
Entre
sombras de este parque fabuloso
camina
siempre el alma del soñador
que se
marchó a la eternidad orgulloso
de ser
de América un Gran Libertador.
La ceiba,
los tamarindos y el samán
lloran
silentes la cruel ingratitud
de seres codiciosos que con afán
le
minaron el sosiego y la salud.
Envuelta
con la bandera está la cama
que le
sirvió como su última morada
donde nos dejó su valor y su fama
para
proseguir su lumbre en la alborada.
Se fue
a la gloria… como
potro sin brida
con
pesadumbre por no lograr la unión,
de
partidos que despreciaron su vida
con
torbellinos de envidia y de pasión.
Las
palabras de su grandiosa proclama
que dejó en la posada del chapetón,
hoy retumban en la mente y nos reclama
sembrar
semillas de paz e integración.
*La Quinta de San Pedro Alejandrino es el lugar donde murió el
libertador Simón Bolívar en la cual nos
dejó su última proclama.
“Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad
donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi
fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que
desconfiáis de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad
y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He
sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del
sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me
dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra
gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien
inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para
libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones
al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías
sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad
de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se
consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.”Hacienda de San Pedro, en
Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.
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