sábado, 6 de junio de 2015

LA PRICESA GUATAVITA*






Por Dr Litt. Héctor José Corredor Cuervo

Era una princesa bella
y del cacique la esposa
quien siendo amable y graciosa
al pasar dejaba su huella
con aroma de doncella,
sin saber que la atracción
nublaba hasta la razón
y blindaba el pensamiento
para aguantar sufrimiento
de un gran amor con  pasión.

Siendo testigo la luna
con el sol complicidad
por temor a la crueldad
se zambullo en la laguna
bajo el manto de la bruma
la amante del gran guerrero
que le dio amor verdadero
con caricias de ilusión
sabiendo que en la prisión
moría por traicionero.

Bajo las aguas descansa
con figura de serpiente
y con su hija hoy ella siente
los sonidos de la danza
que llegan de la labranza
donde Sua  la sorprendió
con el amante que dió
su vida y su corazón
rugiendo como un león
por la mujer que adoró.

* La Princesa Guatavita, fue la esposa del cacique Sua quien gobernó la región. El cacique, con quien la princesa tuvo una hija ,  era un hombre amante de la chicha y de las bacanales por lo cual descuidó a su mujer quien al ver la indiferencia de  su esposo se enamoró de un joven guerrero que la cortejaba. Los amantes fueron sorprendidos y Sua torturó al guerrero  sacándole  el corazón para mandarlo  a su esposa  porque con valentía   éste sostuvo hasta el último instante de la vida que la amaba y que moría feliz . La mujer al ver con horror el corazón de su amado  huyo con su hija y se zambullo con ella en la Laguna Sagrada  donde moraban los dioses  cómplices y testigos  de su  amor.   El cacique, al enterarse por los sacerdotes,  que  la princesa estaba con los dioses   en la laguna,  ordenó que a partir de ese día se arrojaran las mejores esmeraldas y  figuras de oro para  que la cacica  interviniera ante Ellos para que dieran  prosperidad y bonanza para su pueblo. . Esta tradición se cumplió posteriormente el día de la posesión de un nuevo cacique  a quien bañaban en oro, como símbolo de purificación el cuerpo, para que dirigiera a  la gente con inteligencia,  sin ambición y sin odio.
Cuando había luna llena la princesa salía de la laguna en forma de  serpiente para recordarle al  pueblo la tradición  de las ofrendas.




HIMNO DE SESQUILÉ





Por Dr. Litt. Héctor José Corredor Cuervo

CORO

¡Adelante con pundonor  sesquileños!
es el tiempo de glorioso despertar
para subir  hasta  la cumbre con sueños
impregnados con deseos de triunfar.

I
Somos sesquileños de la raza muisca
que en mentes sembramos amor y amistad
para que regrese al poblado  el turista
con sed de descanso  y de fraternidad.

II
En sangre llevamos virtud pacifista
que brilla cual oro con luz de hermandad,
con visos de triunfo de gente optimista
que sirve de  faro a la humanidad.

III
Bajo el limpio cielo por Dios azulado
sentimos  la briza de paz y de unión
para ir tras la gloria cual leal soldado
que sirve a su pueblo con  fe e ilusión.

IV
En surcos feraces de nuestra comarca
hacemos cultivos con habilidad
como acostumbraba el antiguo monarca
para ser ejemplo de comunidad.



SESQUILE





Por Dr. Litt. Héctor José Corredor Cuervo

Es remanso de paz y de belleza
donde se siente susurrar el viento
bajo el límpido azul del firmamento
que Dios nos entregó con su grandeza.

Tras los cerros, soberbios e imponentes,
se ve brotar  el sol  día tras día
que invita  a disfrutar con alegría
las horas sin temor a delincuentes.

Cuando la luna alumbra serranías
se ven laderas como en cuento de hadas
donde salen los sueños de moradas
al espacio  con lampos de armonías

Entre  las aguas de  sin par laguna,
donde deidades calmaron la sed,
se observan hilos de grandiosa red
que atrapa los luceros y la luna.

De sus montañas verdes y encantadas
vuelan felices las aves cantoras
que detienen el paso de las horas
para soñar con luz  en alboradas.

¡Oh Sesquilé, capital del Dorado!
donde  muiscas tuvieron gran imperio
yo quiero conocer más tu misterio
y disfrutar   la paz en tu collado.

LOS MUISCAS DE SESQUILE Y GUATAVITA







Por Héctor José Corredor Cuervo

En el silencio sepulcral de las montañas
se sienten los gritos de una raza olvidada
que cultivaba el pacifismo en sus entrañas
con sentimientos de hermandad en la alborada.

Eran Muiscas, mansos, orfebres y alfareros
que adoraban el sol, la luna y las estrellas
sin sospechar de la crueldad de unos guerreros
que mancillaron  el honor de sus doncellas.

Allá en el rastrojo, donde comienza el monte,
aún se encuentran los rastros de las semillas
que nutrieron y dieron fuerza al mastodonte
para que transportara el oro en sus costillas.

En la montaña que rodea la  laguna
se ve la herida entre un manto de  neblina
la que abrieron para saquearle la fortuna
que se guardaba en  su entraña esmeraldina

En la arboleda de la laguna sagrada
se escucha el canto de las almas afligidas
que  sufrieron en la conquista la celada
de los  ambiciosos con mentes genocidas.

Por los caminos, en las trochas  y en veredas
se encuentran huellas de los indios inmortales
que se no aceptaron su compra con monedas
ni la codicia de invasores criminales.

Hoy los ventarrones del desarrollo incitan
a permanecer de pie en esta  tierra  arisca
y a unir fuerzas entre seres que la habitan
para mostrar valor  de la cultura Muisca.

Y  en  el embalse que rodea la comarca
es bueno revivir con pompa  tradiciones
que en Guatavita se ofrecían al  monarca
meditando en la grandeza de las regiones.

Paz, paz y  paz  es de todos el gran legado
que dejaron nuestros nativos como  herencia,
para que brille el sol por siempre en el collado
sin sombras de dolor, de angustia o de violencia.

17 de junio de 2013. Poema inspirado en las montañas de Sesquilé y Guatavita  llamada la tierra El Dorado por los conquistadores donde aún se pasean las almas de los muiscas clamando  que no olvidemos la riqueza cultural que nos dejaron.