Por Héctor José Corredor Cuervo
¡Oh Patria bella de luto vestida!
bajo las sombras de odio y de indolencia
donde corre la sangre fratricida
cual raudal con furor y con violencia.
Quisiera se extendiera este mensaje
como aire puro en todo el universo
para cambiar fatídico ropaje
por los linos de paz y de progreso.
Despertemos de la apacible amnesia,
por cruel tormenta de dolor sufrida,
para poder salir de la tragedia
con valentía y anhelo de vida.
La sombra que hacía nuestra bandera,
con luces del honor resplandeciente,
la permutó el mediocre sin frontera
que se empeña en seguir de dirigente
La guerra es una empresa de homicidas
que explotan a los seres sin conciencia
para gozar prebendas obtenidas
con la brizna fugaz de su demencia.
La batalla la enfrentan los soldados,
hijos del pueblo con honor sentido,
contra hordas de ignorantes ya cansados
y faltos de esperanza por olvido.
Paremos esta guerra despiadada
en mi patria y en el mundo entero
para que salga el sol en la alborada
y fulguren la luna y el lucero.
Exijamos que todo gobernante
cumpla promesas en el justo tiempo
sin permitir que se vuelva un farsante
y sus palabras se las lleve el viento.
Luchemos porque vuelvan los hermanos
a parcelas a cultivar semillas,
a sentir orgullo de colombianos,
y a convivir en paz sin más rencillas.
Unamos los brazos de colombianos
para alzar con honor nuestra bandera
sin permitir que la porten villanos
ni la humillen con cólera extranjera.
Unión, unión, fue sueño de Bolívar
de frente al mar en un mudo aposento
al dejar su proclama con acíbar:
“ He arado en mar y edifique en viento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario